Montanas, lagos, ríos, canales y una riquísima Llanura, la llanura pagana, caracterizan a esta tierra que entra en la historia a partir de la edad de piedra, de bronce y de hierro con el afincares de las distintas civilizaciones, hasta la llegada de los invasores galos que se establecieron junto a los umbras y a los etruscos.
Durante su asentamiento en estas tierras los romanos encontraron fuerte oposición en los galos, que finalmente sucumbieron a la fuerza del imperio. Gracias a este hecho histórico Lombardía prospero rápidamente en el campo económico y civil.
Dentro de la historia del cristianismo Milan tiene un papel importantísimo, sobre todo durante el gobierno del Obispo San Ambrosio (374-397). Luego de los accidentados gobiernos de Odoacro, los godos y los bizantinos y con la caída del Imperio Romano de Occidente, la región fue invadida por los bárbaros.
Por un periodo de mas de dos siglos los longobardos establecieron en ella su reino; realidad histórica que dio el nombre a esta zona; de longobarda a Lombardia. Los francos, conducidos por Carlo Magno, sucedieron a los longobardos en el dominio de estas regiones y las gobernaron siguiendo los principios político social del feudalismo.
En el 888 comenzó un periodo de anarquía bajo la hegemonía de varios condes feudales frente a los que se levantaba el prestigio, cada vez mayor, de la jerarquía eclesiástica.
En 961 Oton I, emperador del imperio germánico, se hizo coronar en Milan rey de Italia. A partir de este momento el reino italiano y el alemán se debían considerar una sola cosa. Inmediatamente se formo una nueva aristocracia, con la supremacía de los obispos condes, que con el tiempo contribuyo a la formación de la época comunal.
Efectivamente la participación de los « cines », burguesía rica, en la administración publica llevo las ciudades a la constitución del « Comunes ». Los « comunes » de Milán, Como, Lodi, Cremona, Vergajo, Brescia y Pavia lucharon por su independencia del imperio y cuando Federico I de Suecia, Jamado el Barbarroja, trato de oponerse a esta Liberation, se aliaron y lo vencieron en la famosa batalla de Légano (1176).
Federico Barbarroja se vio obligado a reconocer, con la paz de Constanza (1183) la autonomía comunal. Pero una vez auto-nomos los distintos « Comunes » fueron perdiendo fuerzas debido a las luchas intestinas por la supremacía de las distintas clases sociales. Esto dio lugar a un nuevo tipo de gobierno con la aparición de las Señorías y la prevalencia de las familias más importantes; en Milán se destacaron los Visconti y los Sforza, en Mantua los Gonzaga.
Pero las luchas continuaron hasta que en 1454, con la firma de la paz de Lodi, Lombarda queda bajo la dominación española. Esta duro 178 anos, hasta que, con la guerra de sucesión espabila (1702-13), Lombardía paso a pertenecer a la administración austriaca que le gobernó sabiamente. La revolución francesa hizo sentir también su influencia sobre Lombardía que, debido al genio militar de Napoleón, paso a Francia.
EL conocimiento de los principios político-sociales de la Revolución hizo nacer en los lombardos el deseo de independencia. Así cuando, vencido Napoleón en Waterloo en 1815, Austria retomo el poder en Lombardía se encontró con una situación completamente distinta que contrastaba con sus intereses.
De aquí la represión, a la que se opusieron las rebeliones de Milán, Mantua y Brescia. Las guerras por la independencia italiana, conducidas por el Piamonte contra Austria, tuvieron finalmente éxito y en 1859 Lombardía entro a formar parte, con su fuerza moral y económica, del joven reino italiano convirtiéndose en uno de los principales pilares de la nueva nación.
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