Viajes a Italia

Todo visitante de Verona se enamora de esta encantadora ciudad; no hay poeta o escritor que no le haya dedicado alguna pagina, ni pintor que, conociéndola, no haya rendido homenaje a sus colinas, al color de las casas.

El secreto esta en que Verona no solo es bella, sino agradable y cordial, así como su gente, que es afable, ingeniosa y bondadosa. La ciudad se alza en la rica llanura véneta, en la desembocadura del Adigio, situación que hizo que, durante siglos, constituyera « la puerta de Italia » y fuera testigo de las migraciones de distintos pueblos, del paso de muchos reyes y de las invasiones barbarás.

Luego de haber sido floreciente colonia romana, llego a ser capital de reinos y en sus territorios tuvieron lugar batallas decisivas para la historia de Italia.

Liga Lombarda y alcanzo su momento de mayor esplendor bajo la « señora » Escalecerá; mas tarde paso a formar parte de la República de Venecia, a la que sirvió fielmente durante muchos afijos.

Por esta historia y por estos orígenes, Verona es una ciudad única, por sentido de coherencia y en conjunto, a pesar de la diversidad de cada parte: es ciudad de rio y de colina, de llanura y casi de montana, fue ciudad romana, barbará, feudal, laica y religiosa, renacentista, barroca y neoclásica, lánguida sentimental, o militar y fuerte, según la obligaron las circunstancias, y es, al mismo tiempo, clásica y romántica y también audazmente moderna.